⏱ Tiempo estimado (17 minutos)

Ahora que ya he tratado los que para mi son los 4 pilares básicos de un estudiante (gestión del tiempo, pomodoro, active recall y repetición espaciada), voy a pasar a casos más prácticos. Los materiales que utilizaré serán mis dos informes de autoevaluación de 3º de Veterinaria (uno por cuatriestre).

Con estos informes no sólo expondré qué uso o usaba, sino también una breve evolución de cómo ha llegado hasta ahí cada método. El objetivo de eso es que se entiendan las ventajas, limitaciones y correcciones de cada actualización.

Recursos accesorios

Como recursos accesorios a este primer texto, adjunto a continuación mis principales referencias durante el primer cuatrimestre:

YouTube:

  • Pablo Lomeli: Absolutamente de todo lo relacionado con técnicas de estudio y mnemotecnia, acompañado de un buen puñado de vídeos de gestión del tiempo, hábitos y otros temas relacionados.
  • Thomas Frank: Simplemente “the productivity guy”, sus vídeos son de una calidad abismal. Aunque tenga vídeos de técnicas de estudio, su base es la productividad.
  • Carlos Reyes – Estudio y productividad: Es un canal más sencillo que los dos anteriores, pero muy útil, es un estudiante de Medicina que comparte técnicas que aplica el durante la carrera. Aunque su contenido ya lo ofrezcan otros canales, es interesante escucharle —su canal fue mi punto de partida, de hecho—.

Libros:

NOTA: Este informe está escrito desde mi perspectiva en febrero de 2021. Algunos de los métodos escritos aquí no los uso actualmente, de hecho, se verán sus modificaciones en el informe del segundo cuatrimestre. De aparecer un caso contradictorio, lo haré saber con una nota aparte.

GESTIÓN DEL TIEMPO Y PRODUCTIVIDAD

Horario 

Este curso lo comencé con una versión actualizada de mi horario semanal en Word (archivo adjunto abajo), en la que incluía espacio exclusivo para los repasos en caso de poder hacerlos. Cuando los repasos empezaron a escasear, ya que empezaban a acumularse prácticas y horas de trabajo, decidí abandonar este sistema que me había acompañado durante dos años y pasarme a un cuaderno de anillas. El objetivo no sólo era suplir el horario, sino también acompañar a otro sistema de estudio que estaba empezando a usar, las preguntas de autoevaluación.

Este nuevo formato lo inicié anotando en la hoja introductoria de la semana las tareas pendientes que iban surgiendo a lo largo de esta. A continuación, cada día escribía una previsión de qué tareas tenía que hacer ese día, acompañadas de una estimación de tiempo en cada una. Al principio, entre la distribución original y las tareas accesorias cada semana, me ocupaba una cantidad de hojas considerable, pero actualmente sólo me ocupa dos carillas (una para el registro semanal de horas y tareas globales y la otra para la previsión diaria).

El espacio para una previsión diaria lo distribuyo en tres secciones:

  • En el margen izquierdo dejo espacio por si hay alguna tarea off-topic que quiera hacer ese día o si tengo que anotar algo en relación a la previsión diaria
  • En la segunda parte escribo los intervalos horarios en los que voy a estudiar, acompañados de la tarea asignada a cada uno y las sesiones pomodoro correspondientes. Me reservo un espacio en esta sección para anotar el tiempo real que me llevó realizar cada tarea.
  • En la parte final, a la derecha de la hoja, reservo un espacio para añadir notas sueltas sobre cualquier cosa que surja a lo largo del día (una tarea nueva que te acaba de salir, un documento que te han recomendado, anotar un recordatorio para quedar con X persona, etc.). Este detalle te permite desprender de tu cabeza pequeños datos que le llegan, por lo que ya sabes que están en un lugar seguro y podrás centrarte en tus obligaciones.
Ejemplos del 18 y 19 de enero, en pleno periodo de exámenes.

Esta es la estructura del sistema, pero hay que ponerla en práctica. Cada día, bien al acabar tu sesión diaria, después de cenar o recién levantado, hay que escribir la previsión del día siguiente y organizar las notas del margen derecho (añadir el recordatorio, reservar un hueco en tu previsión o asignarles un día al documento recomendado y la tarea nueva…).

Al final de la semana hay que reservar un espacio algo más holgado para planificar de manera global lo que tienes preparado para la semana siguiente. Hacer de esto una rutina ahorrará tiempo en tu planificación diaria, que no debería superar los 5-10 minutos una vez coges soltura.

Registro semanal

Al igual que cada noche establezco la previsión del día siguiente, también anoto en un registro las horas que me ha tomado hacer cada bloque de actividades y lo comparo con la previsión. Esto me enseña a crear previsiones cada vez más exactas (teniendo en cuenta que siempre existe el factor sorpresa del imprevisto).

Una vez he recopilado los datos de cada día, al final de la semana dedico unos minutos a añadir esa información al recopilatorio global (tabla abajo). Con estos datos soy consciente de la carga de trabajo que he tenido durante la semana.

Registro de horas invertidas durante el cuatrimestre.
*aproximación entre clases y estudio (no incluye reuniones o actividades aparte).

Las celdas de la parte izquierda contienen el número de tareas hechas y entre paréntesis el tiempo invertido en total para esas tareas. El tiempo medio de una tarea normal lo fijo a una hora.

“Nuevas” corresponden a las cosas nuevas de esa semana (clases + prácticas) y entre paréntesis incluyo las horas —adicionales a la media— de la práctica (e.g. si dura 3h pongo +2).

Preparación periodo de exámenes

Con un mes de antelación aproximadamente dedico varias horas a recopilar todos los temas que hay que estudiar, hacer una estimación del tiempo que me cuesta cada uno —lo mencionado de una hora y marcar las excepciones por exceso (+) y defecto (-)—. Este cuatrimestre el programa donde he organizado ese mes ha sido Xmind. Aquí me he añadido la longitud de cada tema y diferentes marcas según lo haya estudiado, repasado o completado.

Una vez clasifiqué los temas por extensión y los días restantes para el examen de cada asignatura, empecé a crear previsiones semanales incluyendo la repetición espaciada y teniendo en cuenta todas las asignaturas. De esa manera establezco repasos, intento dejar terminado el temario con 2-3 días de antelación y avanzo con las demás asignaturas para ir descargando poco a poco horas a largo plazo.

Preparación reparto temario Anatomía Patológica General

En la imagen superior aparece la siguiente información:

  • Arriba se ve un cuadro gris con la estimación de horas de estudio previstas, dejando un margen de error, y en el cuadro amarillo indico la fecha del examen, para saber cuántas semanas quedan.
  • El encuadre rojo representa los temas previstos para esa semana.
  • Los temas cortos los marco con (-) y los largos con (+)
  • En los temas de inflamación se ven los símbolos de estudiado (círculo 1/3) y primer repaso (círculo 2/3), faltaría el símbolo de completado (círculo completo)

MÉTODOS DE ESTUDIO

Este curso, las primeras semanas de probar nuevas cosas, corregir fallos, etc. fueron especialmente útiles. Gracias a la mnemotecnia que utilicé el curso pasado, me dio por buscar información sobre ese campo y acabé conociendo las técnicas de estudio más a fondo —este vídeo fue mi punto de partida—. Entre las técnicas clave para mí a lo largo del primer cuatrimestre estuvieron la técnica pomodoro y las simulaciones, complementadas con la gestión del tiempo algo más optimizada.

Tomar notas en clase

En Septiembre traté de continuar con lo que empecé el segundo cuatrimestre del curso pasado, aprovechar los PDF editables para tomar ahí las notas directamente.

Para las asignaturas que tienen los PDF protegidos seguí usando las notas a papel con el sistema de siempre, anotar fragmentos de la presentación que destacaban y lo que comentaban que no aparecía. Los símbolos de destacado eran las dos “!!” rodeadas y el boli rojo, al igual que las mayúsculas.

En las clases de Enero probé a tomar notas desde Word, OneNote, Xmind para ver si podrían ser métodos viables en el segundo cuatrimestre:

  • Con Xmind se puede conseguir ahorrar mucho tiempo, distribuir las notas de forma más visual y ordenada*, y añadir relaciones entre argumentos. La desventaja que le vi es que ocupa demasiada pantalla, por lo que en el portátil no es viable (o es muy incómodo) si tengo el meet abierto o pantalla dividida con otro documento (en la pantalla accesoria encaja divino). Seguramente otras aplicaciones de mapas mentales solucionen mi problema.
*Permite incluso rectificar el orden de algún argumento o resituarlo de manera muy rápida.
  • En Word y OneNote probé el sistema PEC (Pregunta-Evidencia-Conclusión). De utilizar alguna de estas dos aplicaciones en un futuro me quedaría con OneNote, ya que no deja de ser el programa de Office 365 dedicado para tomar notas, así que es mucho más cómodo de manejar y da mucha libertad durante la clase. La ventaja que tiene esto sobre Xmind es que te lo prepara ya para formato apuntes redactados, sólo hay que retocar algunas cosas.
[⚠ Nota aclaratoria: En el segundo cuatrimestre encontré viable una opción que no había contemplado antes y me decantó por Word. La comentaré en el siguiente informe]

Apuntes para estudiar

Mi objetivo era minimizar el uso de cuadernos físicos, ya que es mucho más fácil un Ctrl+B, o Ctrl+F en inglés, que buscar página a página en los cuadernos —incluso teniendo post-it—. Además, una vez se coge ritmo es más rápido teclear que escribir a mano, ya ni mencionar la claridad si tienes letra de médico. Algo que sí debo admitir es que teclear no supone tanta implicación mental como a mano, es más fácil entrar en modo automático y no prestarle atención a lo que escribes, al igual que no es tan personalizable (dibujos y demás). Tras hacer mi balance entre ventajas y desventajas, decidí seguir adelante con el cambio a digital.

Para Farmacología, Toxicología y Anestesiología hice apuntes en Word basados en las notas de clase y las diapositivas. El truco fundamental para no perder tiempo copiando datos, que no conceptos —eso si hay que copiarlo y desarrollarlo—, es el copia-pega; salvo si está protegido el documento (no deja copiar); ahí o capturas pantalla o toca teclear rápido. Otro aspecto que es obvio es dividir la pantalla y trabajar con PDF y Word abiertos, y junto con la hoja de anotaciones si la hay.

En las demás asignaturas (o partes de asignaturas) decidí no hacer apuntes porque incluían demasiadas imágenes y me supondría invertir tiempo excesivo preparándolos. En esos casos opté por utilizar directamente los PDF con las anotaciones y el sistema de preguntas que mencionaré más adelante.

Pese a evitar el formato físico de apuntes, había cosas que lo requerían, como algunos esquemas (e.g., patogenia de la CID en prope I) que eran mucho mejores a mano de primeras, las demostraciones de algunas ecuaciones de Farmacología, los dibujos de plastias de cirugía, etc. Para no olvidar que existían esas hojas me hacía indicaciones en mis documentos de texto que me las mencionaban.

Repasos

Al igual que el inicio del curso pasado, traté de aplicar la repetición espaciada, pero la tuve que poner en pausa al mes aproximadamente porque entre las prácticas, el temario nuevo y otras actividades extra no me lo podía permitir.

Pese a ponerla en pausa, rescaté un sistema que intenté hacer para bioquímica junto algunas compañeras, crear nuestras propias preguntas para autoevaluarnos. Para no caer en el mismo fallo de la última vez, en esta ocasión serían preguntas de desarrollo/respuesta corta. La idea era crear un grupo de trabajo donde iríamos colgando preguntas para luego hacer nuestras propias simulaciones en época de exámenes, aunque intentando no hacer demasiadas para no saturarnos. Esta idea acabó de forma diferente, ya que empecé a recopilar muchas más preguntas de las que tenía pensado y le di una vuelta más a lo planeado, para acabar con las simulaciones que mencionaré más adelante.

Periodo de exámenes

Como menciono antes, mi preparación para exámenes empezó el primer día tras la parada de las clases (22 Diciembre). Aquí retomo la repetición espaciada gracias a una planificación exhaustiva con tiempo.

Entre los métodos que utilicé para preparar los exámenes están:

Mapas mentales : Retomé el uso de Xmind para que las sesiones de estudio fueran más activas y no caer en la tentación de la repetición absurda o leer por leer. Al principio intenté hacerlo a mano debido a que era consciente de que me costaba mucho tiempo hacer un mapa en la Xmind, pero a las pocas sesiones decidí dar el salto y hacerlos desde cero ahí. Los primeros mapas me costaron más de una hora —como preveía—, pero al final me daba tiempo a hacerlos dentro del tiempo que invertía en una sesión habitual (una hora por tema de duración media). La idea inicial era hacerlos sólo para algunos temas muy esquemáticos de APG, pero acabé haciendo para todos los temas de todas las asignaturas —reconozco que alguno se me fue de las manos—:

  • APG, prope I, cirugía y parte de anestesiología siguieron la estructura habitual de mis “”mapas mentales””:
    • Incluir la información lo más resumida posible en la parte visible y dentro de notas añadir datos complementarios
    • Destacar los subtemas de manera individual o agrupada, además de incluir relaciones, etc.
  • Toxicología, farmacología y las sustancias de anestesiología siguieron un patrón diferente, individualizar las intoxicaciones y fármacos siguiendo un patrón global:
    • En Toxicología hice una macro-tabla con todas las intoxicaciones y los criterios era toxicidad, toxicocinética, toxicodinamia, sintomatología, diagnóstico, tratamiento y otros. Separando las intoxicaciones por bloques con sus colores personalizados.
    • En Farmacología el sistema fue similar, pero en lugar de agrupar todo en una hoja, lo dividí cada grupo en su hoja individual.
    • Por último, anestesiología no siguió el formato tabla, pero mantenía una hoja aislada para cada grupo de sustancias, destacando los aspectos especiales de cada una.

Simulaciones: Aprovechando las preguntas que preparé a lo largo del cuatrimestre, empecé a utilizarlas como método tanto de autoevaluación como para la repetición espaciada (2×1). Es cierto que varios exámenes son tipo test, pero no era rentable en tiempo preparar tipo test. Al fin y al cabo, si conoces la respuesta, eres capaz de descartar (casi todos) los enunciados incorrectos. El sistema fue el siguiente:

  • Responder las preguntas y corregirlas. Aquí cambié la manera de organizarlo una vez empezaron los exámenes porque el tiempo iba más ajustado. Al principio establecía un rango de preguntas y un tiempo límite para responderlas a mano (e.g., 35-40 preguntas en una hora para añadir presión del cronómetro), seguido de otro tiempo para corregirlo y anotar cuáles estaban bien, incompletas y escasas/mal (e.g. 45’- 50’ para un simulación de una hora).
    • En la alternativa que busqué hacía la respuesta y corrección de manera simultánea (responder la pregunta y corregir inmediatamente antes de pasar a la siguiente). La ventaja es que al hacerlas así es que ahorrabas mucho tiempo, pero sacrificabas un poco el “ambiente” de examen.
  • Una vez ya tenía todos los resultados en mi tabla/registro, me programaba para el día siguiente, a ser posible, una simulación basada en los las incompletas y escasas/mal. El fundamento de esto está en que si ya te sabes algo no merece la pena invertir más tiempo en ello por ahora*; las otras, sin embargo, las tienes que rehacer hasta que las tengas bien y puedan pasar al bloque de repasar más adelante.
*Habrá que repasarlo, por ejemplo, a la semana siguiente y/o en el repaso previo al examen.

Exámenes previos: Algo fundamental para sacar buena nota es conocer el formato y formulación del examen, y qué mejor manera que preguntarle al profesor o esta otra (si tienes a tu disposición algún ejemplo, obviamente). Este método es el último repaso que debes comenzar a hacer. Los últimos 3 días aproximadamente son cuando realmente les puedo sacar todo el partido, dado que ya he terminado todo el temario y los repasos lo tengo muy avanzados. Estos exámenes me permiten saber qué necesito repasar más o qué detalles no había tenido en cuenta suficiente/se me habían escapado de anotar.

No quedarme con dudas: Lo peor que puedo hacer es quedarme con alguna duda en el tintero, porque adivina… eso es lo que caerá con un 100% de seguridad y te arruinará la existencia al saber que tenías que preguntarlo. Este cuatrimestre he mandado por lo menos 10-15 correos con dudas a los profesores, incluso de cosas que no entraban en el examen si sabía que ayudarían a comprender mejor lo que entraba. A los profesores les gusta resolver nuestras dudas, y más aún si es sobre algo que va más allá del temario establecido. De todos modos, a veces salen dudas puntuales rápidas; para eso prefiero preguntarle a gente que sé que se manejan mejor que yo con el temario correspondiente.

Resolver dudas ajenas: Al igual que yo quiero resolver mis dudas con los demás, las preguntas que me plantean me sirven tanto para ayudar a la otra persona como para darme cuenta de que realmente entiendo o sé la respuesta. Esto corresponde con la técnica Feynman: si realmente entiendes algo debes ser capaz de explicárselo incluso a un niño.

Mnemotecnia: Mi niña bonita, mi salvación ante la memorización por abrasión o repetición infinita, la razón por la que me divierte el temario, etc. Sin duda este método de memorización me ha ayudado a recordar términos difíciles (fármacos), algunas listas que me costaba aprender (nosocronia, sintomatología en insecticidas anticolinesterasa…) y para divertirme o pasar el rato mientras seguía estudiando de forma amena.

HACER EL EXAMEN

De nada sirve ser el mejor estudiando si no eres capaz de ponerlo bien en el examen. Hay que conocer el tipo de examen —como menciono antes—, pero también cómo hacer ese tipo de examen, cuánto tiempo tendrás y aprender a gestionar ese tiempo. Le doy mil gracias a “How to become a straight-A student” de Cal Newport, he puesto en práctica trucos que menciona y me han salvado algún examen.

Repartir tu tiempo disponible: Anotar en la esquina de cada dos caras cuándo debería estar acabada esa sección —este es mi patrón, pero vale cualquier otro—, teniendo en cuenta 10 minutos de margen para repasar o invertirlo en responder lo que dudas. Por ejemplo, en cirugía me lo distribuí según hojas 15’, 30’, 45’, 1h, 1h 10’. En la primera hoja iba en 21’, por lo que me metí prisa para alcanzar la marca de los 30’, ese fue el momento clave de mi examen. [Para más ejemplos puedes ver este artículo]

Ir de fácil a difícil: Primero responde lo que te venga a la cabeza de forma inmediata, así lo descartas ya y puedes invertir tu energía y tiempo en aquello que necesitas pensar. No te preocupes si te tienes que saltar varias preguntas y se rompe un poco tu reparto de tiempo, lo importante es que mientras respondes a las fáciles, tu subconsciente trabaja en las difíciles, por lo que a la larga ganas tiempo. Si aun con ese tiempo que has ganado no eres capaz de sacar una respuesta completa, por lo menos sabes que serás capaz de no dejarla en blanco y sumarás algo de puntuación.

Repasar: Si te sobra tiempo no lo desperdicies entregando el examen; como dice Ibai Llanos: “Si tenemos 90 minutos, nos quedamos hasta el 91”. Estoy seguro de que entre todas las preguntas habrá alguna que hayas redondeado o marcado para revisar —mi amigo el lapicero hace este trabajo 10/10—, si no tienes ninguna dale una leída rápida al examen por si de repente ves una errata absurda, el típico “fallo tonto”.

Otro aspecto a tener en cuenta es no hacerse el listillo, responder sólo lo que se te pregunta. A veces, por intentar fardar escribo algo que está mal o me voy por las ramas y olvido lo fundamental de la pregunta (incluso se me come tiempo de otras preguntas). Como nos dice Amaya Unzueta, tan malo es subinterpretar como sobreinterpretar, pues esto es lo mismo. Para saber responder a lo que se te pregunta hay que leer bien el enunciado, subrayando o encuadrando los datos principales y evitar malinterpretaciones por leer rápido.