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La mejor manera de confirmar si te sabes algo es poniéndote a prueba. Si lo piensas, a lo largo del curso deberás pasar por esa prueba con los exámenes… ¿No crees que es una jugada digna de un cerebro galaxia hacer eso mismo antes del examen? Active recall es más un estilo que una técnica, pero puede aplicarse de muchas maneras…

Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí.

Confucio 

LOS ESTUDIANTES Y EL ESTUDIO

¿Cuáles son las prioridades de un estudiante? Tener tiempo libre (fiesta, quedar con amigos, jugar videojuegos, ver series, más fiesta, etc.) y aprobar el curso. Lamentablemente, para cumplir lo segundo toca estudiar, algo que nos lleva incontables horas a lo largo de nuestra vida y que la gran mayoría no hemos hecho bien —o muy mejorable— durante todo o casi todo ese tiempo. Cuando estamos empezando a estudiar (mediados de primaria), aparece el primer obstáculo: tenemos información para aprender, pero no sabemos cómo aprenderla. Aquí es donde conocemos métodos como releer, copiar, subrayar y hacer esquemas. Para el nivel de dificultad que se puede exigir a esas edades, esos métodos hacen un buen papel como introducción. Es a partir de la ESO cuando las cosas empiezan a cambiar.

El sistema que hemos aprendido nos ha permitido llegar hasta la ESO y a mucha gente le seguirá funcionando igual, pero ya hay quienes se empiezan a quedar atrás. Según pasan los cursos aumenta ese grupo que nota la pendiente, no necesariamente por suspender o aprobar justo, sino por el tiempo y moral que necesitan invertir ―aquí hay un problema…―. La solución que se suele dar es, sin embargo, “tienes que estudiar MÁS”. Ese “MÁS” es un gran problema, se han obviado variables de muchísimo más peso. En lugar de “más”, la verdadera respuesta es “mejor”. El método que ha servido hasta la fecha ya no es útil para la situación actual. Además, seguro que hemos ido coleccionando manías y errores a lo largo de los años. En definitiva, nos estábamos enfrentando a un dragón de Lv.20 con una espada de Lv.1.

Bien, después de esta Biblia que acabo de soltar, vamos a lo que realmente interesa, es decir, ¿cómo puedes conseguir esa espada de nivel 20? Dado que este artículo es algo extenso y, al no ser una novela, no hay que temer por los spoilers, voy a dejar directamente un resumen de las claves que quiero tratar. Si sientes interés por comprender un poco más algún detalle, te invito a leer lo que hay más allá del resumen.

Cuando se empieza de cero en algo, rara vez es viable conseguir las herramientas y condiciones ideales para desempeñar las tareas que esperan. Somos nosotros los que tenemos que espabilar según mejoramos, salir de la zona segura donde nos hemos asentado para dar un paso más. Poner a prueba a nuestro ego y conformismo continuamente no es un camino cómodo, por eso la mayoría de la gente decide asentarse de forma permanente en un punto. Aquellos que avanzan, sin embargo, serán los que noten gran diferencia y lleguen incluso a disfrutar en el proceso antes que preocuparse por la meta, que es lo verdaderamente importante sabiendo el tiempo que invertimos en ello.

🪓 AFILA EL HACHA ANTES DE TALAR EL ÁRBOL

Lo primero que necesitamos hacer es tener las herramientas o métodos de estudio necesarios, al igual que conocer sus limitaciones y virtudes. Si intentamos talar un árbol con un hacha sin afilar, igual lo conseguimos, pero gastaremos toda nuestra fuerza y tiempo en un único árbol. Por el contrario, alguien que invierta tiempo en afilar primero su hacha conseguirá talar luego más árboles en el mismo tiempo. Lo mismo ocurre con los estudios, usar técnicas poco eficientes, inapropiadas o desactualizadas nos puede llevar a buenos resultados, pero con mucho más tiempo y desmoralización que si usamos otras más adecuadas.

Con los años se han realizado multitud de estudios para demostrar la efectividad de las diferentes técnicas de estudio. Dado que desarrollar esas técnicas puede extender demasiado este artículo, recomiendo ver este vídeo de Pablo Lomeli (español) o de Ali Abdaal (inglés subtitulado). Si te interesa indagar más, el libro “Make it Stick. The Science of Successful Learning” es una recopilación de estudios realizados en la Universidad Washington en San Luis en relación a este tema (tienes incluso un podcast con uno de los autores, donde habla sobre algunas partes del libro, o una página web).

[Actualización 13/8/2021: Hoy ha retransmitido Pablo Lomeli una masterclass sobre active recall. Hay más de una hora de contenido, pero merece la pena echarle un vistazo aunque sea en x2 y saltando algunas partes]

 Tabla resumen que incluye Pablo Lomeli al final de su vídeo. Insisto, es muy recomendable verlo.

🧩 NO GENERALICES, CADA CASO ES ÚNICO

Sería maravilloso poder aplicar el mismo método y de la misma forma para todo, pero eso es más un sueño que una realidad. Las asignaturas a las que te matriculas a lo largo de tu vida como estudiante son de todo tipo y pueden enfocarse a diferentes aspectos: dibujo artístico y técnico, matemáticas, literatura, legislación, anatomía, microbiología, idiomas, etc. La clave de conocer qué te ofrece cada asignatura es que te permite adaptar tu repertorio de métodos a esa asignatura o apartado de la misma: Si te toca aprender algo muy visual, dibújalo; si tiene ritmo, cántalo; si es algo encadenado y relacionado, razónalo; si es algo con sentido práctico, aplícalo; si es pura memoria, usa mnemotecnia, tablas, etimologías… Para que no quede esa lista de combinaciones tan solitaria, voy a darle un poco de contexto con algunos ejemplos reales:

En Anatomía tenemos el temario siempre encima (nosotros mismos o nuestras mascotas), dominar los huesos facilita muchísimo aprender los nombres de otras estructuras, es una asignatura de mnemotecnia fácil y los dibujos son especialmente útiles para aprenderla. Las imágenes de abajo son un ejemplo de mi compañera Ophélie ―menuda envidia de dibujos―.

Si estudias algo relacionado con biología desde Bachillerato, el “Rap del ciclo de Krebs” lo tienes que conocer seguro.

En 3º de Veterinaria ya aprendemos las exploraciones generales de los animales. Como es algo práctico, una vez le echas un ojo a la teoría, lo mejor que puedes hacer es coger a tu mascota, un paquete de chuches y cerrar la puerta de tu habitación…

Los mapas mentales son una buena forma de manejar conceptos con gran relación interna. Del mismo modo, es un método muy útil y visual para agrupar lo fundamental de un tema. Si te interesan, te recomendaría que le echaras un vistazo a Tony Buzan (el mayor referente en este método).

Este ejemplo sobre la coagulación intravascular diseminada es uno de mis favoritos.
[Pulsar aquí si no se ve bien la imagen]

Cuando tienes un temario con bastante carga memorística que sigue siempre la misma estructura, las tablas son tu mejor aliado; fueron mi salvación para Microbiología, Farmacología y Toxicología. En esta misma situación, la mnemotecnia es otra herramienta asombrosa —prefiero dedicarle un hueco en exclusiva en un futuro—.

📝 PONTE A PRUEBA

Llegamos ya al núcleo del active recall. Si bien he dicho que no iba a desarrollar las diferentes técnicas de estudio para valorar su efectividad, algo que sí voy a hacer es mencionar el “lema” de este estilo de estudio: Ponte a prueba, saca la información de tu mente.

Entre las diferentes formas de llevar esto a cabo, la que yo uso más es autoevaluarme, hacerme preguntas. Esto no sólo ayuda al estudio, además de eso, nos prepara para los exámenes que tendremos que afrontar al final de cada asignatura ―mejor ir preparados y cometer fallos antes que en el propio examen, ¿no suena lógico?―. La forma de hacer estas preguntas puede ser en los propios apuntes, al acabar la sesión de estudio, en forma de lista, las famosas flashcards, etc. —al final del artículo pondré alguno de mis ejemplos—.

En relación con el primer consejo (afilar el hacha), con esta forma de aplicar active recall ganarás tiempo a la larga, porque te vuelves consciente de lo que necesitas repasar y lo que puedes dejar ya zanjado durante un tiempo o hasta antes del examen. El esfuerzo que supone utilizar las preguntas merece la pena. Hablando de esfuerzo, creo que es hora de que te saque de la zona de confort…

🚪🏃‍♂️ SAL DE TU ZONA DE CONFORT

Seguro que has oído esta frase decenas de veces, pero si hay algo que tiene tanta razón como esa frase, merece la pena repetirlo cientos o miles más ―yo me la escribo todas las semanas en mi agenda semanal―. ¿Y cómo puedes aplicar esa frase a los estudios? Deja de estudiar de forma cómoda. A ver, tampoco me malinterpretes, no digo que tengas que sentirte incómodo cada vez que estudias, a lo que me refiero es que debes salir de la aparente comodidad y seguridad que da releer o subrayar todo.

Esa zona de confort es el epicentro de nuestro mayor enemigo como estudiantes, la ilusión del conocimiento (reconocer =/= saber): Cuando estamos escuchando, leyendo o subrayando algo que nos suena mínimamente, nos da la sensación de que lo sabemos, así que seguimos con el resto del temario… Claro, luego llega el examen y te acuerdas del dibujo bonito que había en esa página en lugar del texto. ¿Qué ocurriría si al acabar de “memorizar” ese texto viniera alguien y nos preguntara qué hemos leído? Pandiría el cúnico en nuestro cerebro y no sabríamos qué decir, dándole la victoria a la ilusión del conocimiento.

Representación de tu cerebro cuando gana la ilusión del conocimiento.

Según pasan los años, nos acordamos de las cosas que utilizamos con más frecuencia, las que más nos llamaron la atención o nos sacaron los colores y las que nos supusieron un esfuerzo e implicación adicional. Las dos primeras son materia para otros artículos, pero la tercera encaja a la perfección aquí: Empezar a usar active recall supone un gran golpe a nuestro ego. Le decimos que, de todo el temario que supuestamente sabíamos, sólo hemos integrado una parte, así que debemos volver a insistir en la otra hasta dominarla. Obviamente, nuestro ego vive cegado en la utopía de la ilusión del conocimiento. Debemos ser nosotros quienes nos mantengamos firmes y, con esfuerzo, le demostremos que todo era una farsa y antes o después tendrá que enfrentarse a la realidad.

La motivación y el esfuerzo son factores muy importantes para conseguir tus objetivos, pero necesitan ayuda para persistir a largo plazo, es aquí donde entran la mentalidad y disciplina… 

📈 SIEMPRE HAY ESPACIO PARA MEJORAR 

Cuando queremos comenzar un hábito, sentimos una motivación enorme y somos capaces de hacer un esfuerzo adicional para lograr ese pequeño paso hasta alcanzarlo. El panorama cambia después de ese impulso inicial: el esfuerzo es muy exigente según coge confianza y la motivación tan pronto viene como se va, así que a los pocos días empezamos a volver al punto inicial y nos acabamos frustrando.

El principal motivo que hace del esfuerzo alguien tan exigente es que queremos ver resultados grandes de forma inmediata. Seguro que conoces el concepto de “curva de aprendizaje”: Al empezar desde cero en alguna actividad, habilidad, deporte o cualquier otra cosa, nuestros avances son inmensos en muy poco tiempo y sentimos una satisfacción enorme cuando echamos la vista hacia atrás. Este crecimiento, sin embargo, empieza a aplanarse poco a poco y los resultados empiezan a hacerse cada vez más sutiles ―incluso imperceptibles en algún punto―.

Dale tiempo a los resultados para aparecer, no todo es inmediato [Imagen de skinbus].

En los estudios a mucha gente le pasa algo similar: “¿para qué voy a ponerme a estudiar ahora si tengo el examen dentro de cuatro meses? Seguro que para entonces ya se me ha olvidado todo”. No voy a negar que es muy decepcionante cuando se te olvidan las cosas que aprendiste hace unos meses, pero ese tipo de comentarios o pensamientos reflejan esa inmediatez, sólo existe el 0% y el 100%.

A ver qué tal suena este otro: “Seguro que de aquí a cuatro meses no me acuerdo de todo lo que pueda hacer ahora, pero seguro que algo llevaré adelantado y habré practicado suficiente para que sea más fácil dar el empujón final”. En esta ocasión también se admite que hay una limitación, pero se reconoce que si empiezas a subir algún porcentaje, cuando realmente necesites llegar al 100% habrá un tramo ya recorrido ―el progreso no es totalmente perdible―. No hace falta mejorar un 20% cada día, con mejorar un 1% o 0,1% al cabo de los meses la suma es grande.

Esta mejora del 0,1-1% diario tiene a su vez un regalo secreto: estás consiguiendo crear un hábito de estudio, así que tu motivación y esfuerzo requerirán umbrales de activación mucho menores y serás capaz de rendir mucho mejor en las fechas donde es tan necesario. En este podcast de escuela de la memoria se mencionan más cositas al respecto.

¿CÓMO LO APLICO?

Hasta hace poco más de un curso, dedicaba más de la mitad de mi tiempo copiando una y otra vez, de forma casi literal, lo que proporcionaba el profesor junto con mis anotaciones de clase. Entre todos esos mares de tinta, incluía alguna interpretación propia del temario para entenderlo mejor, algún dibujo cada vez que se alineaban los astros y los días previos al examen subrayaba en rojo las partes importantes. Sabía que había sistemas mejores a los que estaba acostumbrado, pero ninguno superaba las dos semanas de prueba, bien porque me resultaban muy incómodos o laboriosos (dibujar), o porque me ocupaban demasiado tiempo (hacer mis propias preguntas tipo test).

Aunque suene muy desastre después de todo lo que he mencionado, también hacía cosas positivas: los métodos con una mejora factible los mejoraba, siempre estaba abierto a dudas de otras personas para conocer mis carencias y puntos fuertes, y en alguna asignatura conseguí dar con algún sistema atractivo que me permitiera salir de mi rutina fotocopiando.

En un futuro próximo indagaré un poco más en esto de la mejora progresiva y nunca desechar ideas pasadas, pero aquí puedo usar como ejemplo de ello mi sistema de autoevaluación. Como el formato de tipo test me requería mucho tiempo, decidí limitarme a preguntas de desarrollo, así que empecé a escribir preguntas relacionadas con el temario. El tipo de preguntas que hago incluyen los títulos del apartado, preguntas que hacen los profesores en clase, enunciados más largos conteniendo fragmentos del apartado, buscar el sentido práctico, razonar algún hecho o proceso… Al igual que todo lo demás, al principio cuesta bastante esfuerzo, pero con la práctica he sido capaz de hacerlas incluso durante las clases.

Para conseguir tener esas preguntas ordenadas, actualmente las distribuyo por asignaturas y a cada asignatura su tema o bloque correspondiente. También establezco una jerarquía de colores y formato del texto para saber cuáles son las secciones más destacadas por el profesor, así como aquellas con probabilidades ínfimas de salir en el examen.

APPS

Realmente, cualquier medio puede ser válido para utilizar active recall. Dado que la autoevaluación ha sido la protagonista del día, aquí dejo algunos ejemplos que pueden serte de utilidad para adaptarla a tus gustos:

  • Cualquier documento de texto que permita cierta extensión (Word, Google Docs, Notion, Evernote, etc.), incluso hojas de cálculo (columna de preguntas y columna de respuestas).
  • Aplicaciones de flashcards como Anki o similares. Su ventaja es que automatizan la repetición espaciada y son cómodas de manejar para ratos sueltos si tienes poco tiempo para repasar/estudiar (esperando al bus, 10-15 minutos muertos entre clases…).
  • No sólo aplicaciones ―perdón por hacer trampas―, sino también tus propios apuntes si los haces por el método Cornell. Al estar prediseñado para ello, sería muy eficiente.

Como párrafo de clausura, este artículo tiene la intención de darle un enfoque más psicológico y racional que técnico a lo relacionado con el active recall. Internet está lleno de técnicas de estudio y sus mil maneras de usarlas, pero, aun explicando esas cosas, conozco gente que no acaba de dar el salto hacia el cambio de métodos. Más allá de haber aportado argumentos a favor de esta forma de estudiar, mi objetivo aquí es dar un último impulso a esas personas para iniciar el cambio. Confía en mí, no se está tan mal al otro lado ;D.

Fuentes recomendadas

Libros:

Brown, P. C., Roediger, H. L., III., McDaniel, M. A., & Marshall, Q. (2014). Make it stick: the science of successful learning. Unabridged. Holland, OH: Dreamscape Media, LLC.

[Y aquí la página web del libro Make it Stick (makeitstick.net)]

Vídeos:

Ali Abdaal. How to study for exams – Evidence-based revision tips.

Pablo Lomeli.  Las 5 MEJORES TÉCNICAS de ESTUDIO (que Aumentan la Retención) ▶ [Técnicas de Estudio #4].

Pablo Lomeli. 3 MÉTODOS para TOMAR NOTAS o APUNTES en el Estudio (Paso a Paso) | [Técnicas de Estudio #7] . Minuto 5:41.

Rap Medicina Oficial. Ciclo de Krebs – Letras – Rap Medicina.

Podcasts:

Escuela de la memoria. La importancia de mejorar un 1% (Motivación). Podcast #158.

The Art of Manliness. Learning How to Learn. Podcast #385.