You can’t connect the dots looking forward, you can only connect them looking backwards.

Steve Jobs

Uno de los mejores combustibles para la hoguera de San Juan son los apuntes de las asignaturas que ya has aprobado. Al acabar un curso, nuestra cabeza hace reset y metemos en un cajón de sastre muchísima información que tanto nos ha costado estudiar. Es triste, pero comprensible, al fin y al cabo mucha se queda sólo como teoría y no la vemos hasta pasados varios años —o nunca—. La parte divertida viene cuando estás en tercero y te preguntan cosas de Anatomía en Cirugía, creo que los profesores pierden años de vida cada vez que nos preguntan sobre el tema.

Sin importar el curso en el que estés, siempre habrá momentos en los que te atasques porque no recuerdas datos de años pasados. El mayor error que se puede cometer es obviar esa información porque “no entra en mi examen”. Si quieres ser alguien más del montón, corre y no mires atrás. En cambio, si quieres sacarle más rendimiento a lo que estudias, repasa las bases cuando te quedes atascado. Habrá temas que los volverás a olvidar y tendrás que repasarlos otra vez cuando te enfrentes a ellos en un futuro, pero habrá otros tantos en los que acabes asentando esa capa básica.

Al hacer una tarta, vas capa por capa. Aquí pasa lo mismo, el objetivo de volver a cursos anteriores es ir asentando las capas de la tarta. Según las añades, empiezas a tener una visión de conjunto. En mi caso, la Veterinaria reúne una variedad inmensa de áreas que acaban solapándose en los casos diarios. A pesar de que todas parezcan diferentes, comparten muchos aspectos fundamentales.

Los conceptos básicos hacen de punto de unión entre áreas e ideas aparentemente independientes.

Al principio he mencionado que olvidamos muchísima información cuando dejamos de lado una asignatura. Cuando vemos el temario por primera vez, en especial en los primeros cursos, nos falta mucha experiencia, conocimiento básico y visión global del tema; por lo que es más difícil de entender y retener. Debemos ser conscientes de nuestra curva de aprendizaje. Yo acabo de terminar 4º de Veterinaria y muchas cosas que en su día no representaban nada para mí —no visualizaba el contexto donde aparecían—, ahora me suponen un momento “Eureka” cuando las veo. Si repaso mis apuntes de 2º, me doy cuenta de detalles o relaciones que en su día pasé por alto. No es problema de que lo hubiera estudiado mejor o peor, sino que necesitaba todavía una base sobre la que apoyar nueva información.

No te preocupes si no llegas a todo de primeras, cada cosa a su tiempo.

Voy a poner un ejemplo para explicar esta relación entre la curva de aprendizaje y volver atrás para reforzar las bases. Ahora estoy jugando a Xenoblade Chronicles 3, un videojuego con muchas mecánicas diferentes. Si me soltaran todo de golpe, entraría en cortocircuito y sería contraproducente, por lo que empiezo con las opciones básicas —y muchos, muuuchos tutoriales—. Según avanza el juego, se desbloquean nuevos elementos del juego. Como he asimilado ya lo anterior, puedo entender mejor lo nuevo, pero sigue habiendo demasiado contenido como para dominarlo todavía. Una vez me siento cómodo con las opciones que tengo, me entra curiosidad por hacer cosas nuevas, por lo que consulto los tutoriales iniciales. Ahí siempre encuentro detalles que dejé apartados en su día, ya había llegado el momento de poder sacarles provecho. Podía haber seguido jugando con lo que ya dominaba, pero volver atrás me ha permitido ampliar mi arsenal de opciones y mejorar mi experiencia de juego.

Otro ejemplo sobre este tema serían los metroidvania. En los videojuegos, el género metroidvania se basa —muy grosso modo— en volver sobre tus pasos según avanzas en el juego. El escenario te muestra desde el principio todas las rutas de acceso, pero no tienes todas las habilidades para acceder a ellas. Según avanzas en el juego y adquieres habilidades, llega un punto en el que necesitas volver a los caminos iniciales para poder progresar en la historia.

De primeras encontrarás todas las opciones a la vista. Otra cosa es cuándo puedas acceder a ellas o te percates de su presencia.

Si no sabes algo o te atascas, que no te dé vergüenza retroceder. No siempre estamos preparados para ver lo que tenemos delante o no siempre nos es útil al instante. Yo he aprendido que mirar hacia atrás a veces es la mejor forma de avanzar.