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¿Qué mejor manera de inaugurar este blog que con una serie de artículos sobre los 4 pilares de todo estudiante? La cantidad de recursos a disposición de los estudiantes para desempeñar de forma adecuada sus tareas es inmensa. Bajo mi criterio, hay cuatro que son absolutamente imprescindibles:

  1. ⌛ Gestión del tiempo
  2. 🍅 Técnica pomodoro
  3. 🏋️‍♀️ Active recall
  4. 📆 Repetición espaciada

El primer pilar que trataré será la gestión del tiempo ―a la cual le dedicaré dos artículos―, ya que es el punto de partida para que todo empiece a ir sobre ruedas. Después, ya pasaremos a las técnicas de estudio.

Saber escoger el tiempo es ahorrar tiempo.

Francis bacon

PLANIFICACIÓN

No sé cómo será en otros grados universitarios, pero en Veterinaria tenemos un horario un tanto caótico. Raro es el curso que no suponga estar mañana y tarde en la Facultad y, en muchas ocasiones, con horas muertas entre medio. Esas horas muertas eran bastante peligrosas antes de la pandemia, ya que la cafetería tenía un imán muy potente para atraerte y luego no soltarte. Está bien ―incluso es necesario― descansar un rato y hablar con los compañeros después de clase o prácticas, pero también hay que aprender a ponerse un límite si se quiere aprovechar el día.

Uno de mis objetivos a lo largo del cuatrimestre es llevar la materia al día más allá de las primeras semanas de clase. Saber aprovechar esas horas muertas es algo imprescindible para conseguirlo. Con eso en mente, mi forma de evadir la tentación de alargar los descansos hasta el infinito y más allá es tener una planificación horaria; en mi caso, la establezco en tres niveles: Global, semanal y diario.

Global

Al principio de cada cuatrimestre interesa tener una visión global de este, es decir, conocer cuáles serán las semanas más libres, las más ocupadas, cuánto puedes estudiar de media a la semana, qué horas libres se repiten más, conocer por encima las asignaturas, cuándo empiezan los exámenes y cuáles están en fechas más conflictivas, etc. Con esta información inicial podemos hacernos una primera idea de qué esperar del cuatrimestre y poder establecer los primeros planes a largo plazo. Mi ejemplo de esos planes durante tercero sería ir al día y pasarme por el laboratorio cuanto más mejor.

Semanal

El siguiente nivel de planificación es el semanal, aquí aprovecho que tengo el horario del cuatrimestre en Google Calendar para realizar mis previsiones. Cada domingo, después de comprobar que no haya ningún cambio en el horario del área personal, reparto mis tareas personales en función del número de horas libres que tenga.

Diario

Por último, el nivel diario me sirve para establecer mis metas a corto plazo y poder seguir una rutina de estudio que me permita cumplir mis objetivos académicos y personales. Cada día ―antes de dormir en mi caso― miro mi previsión semanal y decido si: a) redistribuyo las tareas previstas según las novedades o b) sigo el plan semanal original. La clave del éxito en este paso es usar timeblocking, o timeboxing, y hacer horarios realistas.

TIMEBLOCKING / TIMEBOXING

Delimita tus tareas por una hora de inicio y otra de finalización. Puede sonar muy simple, pero estoy seguro de que es lo más útil que vas a leer hoy. La mejor manera de explicar la principal aplicación de este sistema es con un ejemplo conocido por todo estudiante, las fechas límite de los trabajos: Cuando vemos la entrega muy alejada, tendemos a posponerla y alargarla todo lo posible, mientras que cuando quedan dos días, nos volvemos los seres más eficientes jamás creados. El problema que aparece ahí es la ley de Parkinson: “el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine”. Si consigues limitar el plazo, tu eficiencia aumentará y tendrás más huecos libres para tu vida personal.

Mi reparto diario con timeblocking en la semana de abril que puse de ejemplo antes. A la derecha incluyo notas espontáneas que me van surgiendo, pero eso es un tema para otro día.

Aunque evitar la ley de Parkinson es mi aplicación favorita de este sistema, hay otros aspectos interesantes a considerar. Como Thomas Frank los explica tan bien en este vídeo (11 minutos), mi máxima recomendación es que te pases por ahí si quieres saber a qué aspectos me refiero y conocer algunos matices sobre lo que voy a comentar a continuación.

HORARIOS REALISTAS Y ÚTILES

A la hora de hacer previsiones somos un desastre, rara vez acertamos lo que hemos previsto. Si bien pueden aparecer imprevistos, lo más normal es que cometamos errores de cálculo ―demasiado optimismo en concreto―. A ese problema se le suma que saturamos el horario con tareas. Por lo tanto, entre que el horario está hasta arriba de tareas y que estas llevan más tiempo de lo previsto, no lo cumplimos y nos acabamos frustrando.

De todos modos, no hay que preocuparse, estos problemas se pueden corregir con la práctica y aplicando algunos cambios tanto en métodos como mentalidad:

🚦 Establece una prioridad de tareas

Lo primero que hay que hacer es quitar las piedras grandes de la mochila, después ya irán las medianas y pequeñas. A la hora de elegir esas tareas prioritarias, se recomienda que no sean más de tres ―a nada que hagas esas tres tareas, tu día ya ha sido un éxito y si haces las demás superéxito―.

📊 Conoce tu curva de rendimiento

El mejor sitio para colocar tus prioridades es en tu momento de mayor rendimiento. Yo, por ejemplo, las pongo a primera hora de la mañana y nunca por la noche.

📏 Aplica márgenes de error

Cuando elaboro mis previsiones diarias siempre aplico al total de horas un 10% de margen aproximadamente. Llevo varios años practicando mis estimaciones, pero siempre me da seguridad por si ocurren imprevistos, es un tema nuevo o no he tenido en cuenta algo.

🎯 ¿Cuál es el objetivo del horario?

La previsión la hacemos para aprovechar más el tiempo, no para que quepan más tareas. Esto entraría más en el contexto de productividad ―la productividad tóxica que se dice―. Suena muy tentador llenar los huecos libres y olvidar que podemos usarlos en descansar o hacer cualquier otra actividad que nos venga en gana. Otro motivo para no saturar nuestro horario está relacionado con la concentración ―a ver si eres capaz de descubrirlo cuando trate la técnica pomodoro 😉―.


Aunque ya me hiciera mi propio horario desde hace bastantes años, realmente ha sido a partir de estas últimas Navidades cuando realmente he notado un “boom” en mi gestión del tiempo, concretamente después de leer “How To Become a Straight-A Student” de Cal Newport. Algunos de los cambios que apliqué, por muy tontos que parezcan, fueron el timeblocking y elegir mejor mis tareas ―espero que te sirvan también si todavía no los aplicas―.

Fuentes recomendadas

Libros:

Cal Newport (2007). How To Become a Straight-A Student: The Unconventional Strategies Real College Students Use to Score High While Studying Less. Pp. 19-38. Three Rivers Press.

Vídeos:

Akta. What Ali Abdaal, Thomas Frank & Matt D’Avella have really taught me about productivity.

Pablo Lomeli. TRUCOS para ESTUDIAR más RÁPIDO  [Cómo Aumentar la Productividad] | (Técnicas de Estudio #1).

Thomas Frank. Timeboxing: Elon Musk’s Time Management Method.