¿Sabes quién eres en realidad? ¿Seguro?
Máscaras por todos lados veo yo. Unas para bien y otras para mal, pero máscaras. Hay quienes tienen una sobre otra, y sobre otra…
A mí me interesa conocer el rostro. A ti también. A cualquiera.
Mis máscaras se hicieron añicos en menos una semana. Y sin anestesia… no quedaron ni trazas. Ni seis días hicieron falta y no usaron un filtro de la verdad ni rayos X mágicos… Mi nariz y todas las de mi entorno quedaron desnudas. Se vieron al espejo y el reflejo fue una dura realidad.
Google Analytics me dice que no vas a durar más de un minuto y medio, así que voy al grano. Desliza el dedo dos veces y media, lees y listo.
Debido a los últimos acontecimientos y la inestabilidad del Imperio […] los emperadores nos vemos obligados a dar estas declaraciones: Declaramos la ley marcial.
Emperadores solar y lunar de rokugan
@esantinim
Dos cosas.
Al tomar decisiones bajo presión o fuera de tu zona de confort te preocupas en pensar soluciones y salir airoso, no en ponerte filtros. Analiza cómo actúas en esos contextos porque te enseñan mucho sobre ti.
El factor juego y diversión nos hace más creativos. También hace más ameno todo lo que hagamos, por lo que plantéate cómo aplicarlo a tu rutina.
Cosa extra de regalo: Jugar a rol es divertido y te enseña algo en cada partida. Sólo en esta entrada tienes más de 10 lecciones que incrementan tu valor como individuo. Te vuelves más competente, vaya.
Listo, ya has consumido el resumen ultraprocesado en menos de minuto y medio, puedes ir en paz.
También puedes llevarle la contraria a Google y subir mi media. Sí es un tochaco de 5500 palabras, pero no todos los días encuentras tanto valor junto. Igual con sólo una de las cinco experiencias que cuento tienes suficiente.
Puedes incluso alimentar tu curiosidad con cómo diantres he llegado a esas conclusiones. Curiosidad con la tripa llena, curiosidad feliz.
Por cierto, si eres una de las personas que hizo posible estas experiencias, esta entrada va dedicada a ti. Gracias.
⚡ La receta del caos
⏱ Tiempo de preparación: Ni seis días
Ingredientes:
- Una idea precocinada durante meses —hice trampa, sí—
- Disposición a vivir ni seis días por y para el experimento social.
- Personas con mente abierta a imaginar.
- Sustancia X
- (Opcional) Aplicaciones de mensajería.
- (Opcional) Cartón o papel.
Paso 1: Comparte tu idea con las personas jugadoras: Ofrece un contexto, unas normas y, por último, asigna un personaje a cada jugador.
Paso 2: Que empiece la conspiración.
Paso 3: Monitoriza las conversaciones y no apartes el ojo del visillo, no sea te pierdas el espectáculo.
Conozco a más de uno que tendrá una sonrisa de medio lado con lo que acabo de decir, yo la tengo también. ¿Tú no te ubicas? Que no panda el cúnico, estoy hablando de rol en vivo. Es una tradición muy asentada en la asociación de estudiantes que forma mi segunda familia: La Granja de Gandalf.
🎲 Rol en vivo… ¿o la vida en rol?
Cada jugador interpreta a un personaje y debe cumplir unos objetivos personales para ganar. ¿Lo ves simple? Los objetivos pueden ser encontrar y/o entregar un objeto, reunirte con un personaje, ayudar a alguien…
(Rompe el silencio con una tenue risa macabra)
…pero también puede ser eliminar a un jugador. Es más, la muerte es una de las protagonistas en nuestro rol en vivo 😈. ¿Besaste un anillo envenenado? ¿No tenías guardaespaldas al salir de clase? ¿Cruzaste una puerta sospechosamente entreabierta? ¿O simplemente no te respondieron las piernas para correr por tu vida? AQUÍ NACE EL INGREDIENTE SECRETO: Paranoia.
Es rol en vivo, así que esta paranoia podría contrarrestarse evitando a tus enemigos, ¿no? Es más, no me extrañaría que te preguntases: «¿Se sabe quién interpreta a cada personaje?». Gran pregunta y nada descabellada, en el rol de mesa ocurre.
Sé que intuyes la respuesta y te la confirmo: No, los personajes son secretos, se entregan por privado. Al inicio no se publican nombres ni apariencias y mucho menos habilidades u objetivos. ¿Quieres salir de dudas? Arriésgate y juega, o escóndete y cruza los dedos para no ser descubierto.
Los puntos de salud son muy escasos, por lo que cada día puede ser tu último. Es muy común entonces ser precavido con cada movimiento, como verás en el siguiente apartado. Se genera un ambiente de alta tensión, incluso miedo, que deriva en desconfianza y puede sentenciar tu partida si te encierras en ella.
Lo siguiente que detallaré será la relevancia de conocer tu posición en la partida y mantener la compostura. Puedes encontrarte con agentes del caos que saborean el miedo y la confusión, estrategas cuyas armas son la paciencia y la información, o personas con iniciativa que sólo necesitan una instrucción de su líder para hacer un trabajo impecable, entre otros ejemplos. Ah, y esto no es todo, conocerás algo muy profundo más allá de estos roles.
📡 Los juegos de la información
La primera parte de este juego es «¿Quién es quién?» y «¿Cuál es tu objetivo?». La información se vuelve un producto de lujo; una palabra mal puesta puede darte la victoria o cavar tu tumba.
Comercia con la información, haz pactos y conoce las rutinas e intenciones de quienes te rodean —hay quienes se vuelven verdaderos stalkers, otros mentalistas—. El juego se convierte en una red de contactos e información donde es imperativo gestionar tu nodo y más adelante verás por qué.
🎭Posiciónate: ¿píldora roja o azul?
Los propios jugadores alimentan la tensión que los lleva al límite. Tu posición inicial puede ser de presa, depredador o un intermediario. Cada persona forja su estrategia en base a eso y sus expectativas del juego. ¿Quieres explotar tu posición de presa? ¿Quieres darle la vuelta y convertirte en depredador? ¿O prefieres limitarte a mover los hilos mientras te preparas para la tormenta? El abanico de oportunidades es amplísimo.
Sea lo que fuere, perder el control de tu información significa perder el control de tu rol. Cualquier desliz puede causar esto, pero la forma más común tiene que ver con nuestro ingrediente secreto, la paranoia:
- Miedo: Unos por perder el juego en cualquier momento, otros porque se meten mucho en el papel y temen la muerte. Ambos tienen miedo. Del miedo y la incertidumbre nace la desconfianza.
- Desconfianza: Toda precaución es poca con qué información das o la veracidad de lo que recibes. «¿Realmente busca el collar de perlas o me lo está vendiendo para que le diga algo mío?». Si no consigues sacar información, se produce un estancamiento.
- Estancamiento: Un nodo bloqueado en una red de contactos te aisla de los demás. Dejas de acceder a información, pero esta sigue fluyendo a lo largo de la red. Quedas a merced de quienes mueven los hilos, comienza el declive para ti y tus aliados.
- Declive: El flujo de información crece de forma exponencial cada día. Perder control de tu nodo te hace imposible gestionarla. No puedes predecir los movimientos rivales, te saturas y tu única salida será huir o caer en la trampa de tus depredadores.
La gente tiene una creatividad fuera de toda lógica y los hay capaces de venirse arriba en situaciones límite. Al otro lado de la moneda está la carnaza de la paranoia. Así, los mejores estrategas y comunicadores serán los ganadores.
🔮 Espejito, espejito
La receta del caos tiene un efecto mágico sobre los jugadores: saca a la luz sus mayores secretos, por mucho que sea un juego o se lo tomen más o menos en serio. Y espera, que falta la mejor parte, no olvides que los jugadores son ingredientes. Es una receta ambiciosa y… (suena un reloj de cocina) Uy, ya ha acabado de cocinarse. ¿Quieres ver cómo ha quedado?.
«Espejito, espejito, ¿qué hay detrás de este plato?».
Si te asomas conmigo leerás una palabra: Sociedad.
El efecto individual de cada ingrediente llevado al límite se expande a una visión global que refleja al completo nuestra sociedad. El juego se convierte en una lección vital. ¿Te arriesgas y juegas o te escondes y cruzas los dedos para no ser descubierto?
De cangrejo a genio, pasando por una pseudoinmortal
Han sido unos minutos intensos y muy profundos, pero no hay que olvidar que es un juego. No exagero un ápice con esto de la lección vital, pero en este juego también se toman decisiones por puro espectáculo y diversión. Lo que pasa en el rol, se queda en el rol, pero sus historias son dignas de contar.
He vivido esta experiencia cinco veces ya. Empecé con un enamorado cuya crush era inalcanzable, ¿quién compite contra un vampiro? Después, me tomé una taza de té en la piel de Arthur Conan Doyle, todo en pleno battle royal de escritores. En mi tercera vida me llamé Ishtar y tuve una relación curiosa con el ciclo vida-muerte. La siguiente fui un samurái férreo como un cangrejo que perdió la batalla contra el demonio antes de empezarla. Y por último, desperté de mi letargo cuando una sirena frotó mi lámpara, pero no fue sino en el inframundo donde mis deseos se convirtieron en genialidades llenas de confeti.
Cada partida me ha enseñado algo nuevo, me ha servido de escenario para probar ideas y nos ha regalado de los mejores recuerdos de la vida universitaria. Vamos a ellas pues.
Abajo se incluirán documentos PDF con información complementaria, como hojas de personaje, trasfondos o conversaciones. No están incluidas en el tiempo estimado de lectura, pero le dan un valor añadido para quienes sientan curiosidad o quieran rememorar batallitas pasadas.
Vida 1: Liam Mayer y el poema de amor exquisito 🖋❤
Mi toma de contacto fue en el Universo de Vampiro: La Mascarada. Humanos independientes, vampiros, la Inquisición y algún ser sobrenatural. La moneda de cambio en este entorno no fue el oro, sino la sangre (todavía tengo alguna gota por la cartera). Además, de la noche a la mañana podías despertar con un cuerpo diferente.
Mi objetivo en pocas palabras: Pelea de gallos por la crush. Tenía que conseguir un poema de amor de la Anticuaria y entregárselo a Natalie Friedman antes que mi hermano. Spoiler: lo logré, pero… luego te cuento.
Mi participación fue muy limitada todavía, era un novato recién llegado al fin y al cabo. Sin embargo, me llevé a casa un regalo y dos lecciones:
- Nuevas relaciones que valen su peso en oro.
- Tu mayor rival puede convertirse en tu mejor aliado.
- Una coma puede salvarte la vida.
Esta actividad me sirvió para afianzar mis primeras relaciones en mi vida universitaria. Si quería cumplir mi objetivo y sobrevivir, debía hablar con completos desconocidos para mí por aquel entonces. La mayor sorpresa fue que mi rival se convirtió en mi mejor compañera de esa semana. «¿Pero no os peleábais por la crush?» Sí, pero la situación giró 180º cuando un vampiro se puso en su camino. Su objetivo cambió y nos aliamos: Mi mayor rival se convirtió en mi mejor aliado. Y eso no fue todo, la jugadora de Natalie es actualmente mi mejor amiga. Aquí está el mayor regalo de estas semanas de rol en vivo.
Entre los requisitos de la alianza con mi hermano estaba custodiar unas reliquias. No considero que fuera un regalo envenenado, sin embargo…:
- Problema 1: La jugadora más sanguinaria buscaba esas reliquias.
- Problema 2: Yo era por descarte un potencial custodio de esas reliquias.
¿Recuerdas los pactos que mencioné antes? Entre ellos había de sinceridad, dentro de unos límites, y romperlos tenía graves consecuencias.
- Problema 3: No acceder a un pacto de sinceridad con alguien capaz de aniquilarte con sólo pensarlo es cavar tu tumba.
Aquí aprendí mi última lección de este evento y lo que se convertiría en mi marca de identidad en los posteriores: una coma puede salvarte la vida. Ese signo de puntuación me descubrió un vacío legal en el mensaje bajo pacto. Insisto, esa coma me permitió ocultar las reliquias y escapar ¿Fue un golpe de suerte? ¿Astucia? En momentos críticos a veces salen situaciones de lo más rocambolescas. Esta me marcó a nivel personal y definió mi estilo de juego de aquí en adelante.
Ufff, por los pelos. Sobreviví hasta el último día y logré entregar el poema en el último momento, PEEERO me llevé las calabazas de mi vida. No fue porque el poema no era mío, sino porque Natalie se fue con un vampiro… y yo lo sabía antes de entregar el poema… (procede a ahogar sus penas en zumito de piña). En fin, gran toma de contacto.
Vida 2: Arthur Conan Doyle vs Agatha Christie 🕵️♀️🕵️♂️
En pleno auge de los battle royale, nosotros vivimos uno en nuestras propias carnes. Desde Homero hasta Tolkien, una amalgama de escritores de todas las épocas aparecieron en los dominios de Lewis Carroll, el País de las Maravillas. Este sólo pretendía divertirse y sus palabras fueron: «Sólo puede quedar uno, pero sólo un ascendido tendrá ese privilegio. Completad vuestro objetivo, ascended y que empiece la caza».
Yo compartí cuerpo con Sir Arthur Conan Doyle y mi objetivo era de lo más detectivesco: ¿Quién es quién? Debía averiguar la identidad ficticia de todos los jugadores. Ya de por sí era una tarea compleja, pero me aguardaba una sorpresa envenenada. Mi objetivo era una carrera a contrarreloj contra Agatha Christie.
Fue una semana intensa y mis ojos perdieron su brillo al cuarto día, sin haber logrado mi cometido. Asimismo, sufrí una derrota moral frente a «la Reina del Crimen» o, como prefiero llamarla desde entonces, «la Dama de los Venenos».
¿Cómo fue la batalla de detectives?¿Qué ocurrió en la escena del crimen? Prepara un té y unas pastas, pues esto fue digno de una novela. De ella me llevo tres lecciones:
- Preguntar es difícil.
- No le busques cinco pies al gato.
- La comodidad puede ser un gran alivio, así como tu perdición.
Decirle a Arthur que haga de detective es como preguntarle a un niño si baja a jugar al parque. Así consideré que debía orientar mi búsqueda y mi pilar inicial sería una pregunta «¿Quieres jugar al juego de las identidades? Tres preguntas y un salto de fe». Parece una pregunta inocente y muy simple, pero se hace en un entorno hostil donde sacar una traza de información útil cuesta horrores. La mayoría se aferran a sus máscaras con su vida y venderán cualquier dato en cuanto lo conozcan. Saber qué preguntar y cómo es realmente complejo, toda una habilidad que debo entrenar.
Mi juego me ayudó a conseguir identidades por doquier, ya podía oler la ascensión, aunque no salió gratis. También filtró información mía comprometida que me obligó a moldear las normas.
Si bien la lista se hacía cada vez más pequeña, incluía tres quebraderos de cabeza, tres interrogantes, literalmente, tres identidades que sólo Lewis y los susodichos conocían. Mi contrato no especificaba que debiera buscar a esos interrogantes, pero tampoco lo descartaba. ¿Serían personajes especiales? ¿Secundarios? Los números no me cuadraban y no resolví la confusión a tiempo. En consecuencia, mi pequeña lista se convirtió en un océano de posibilidades. Buscarle cinco pies al gato tuvo un efecto colateral adicional: le dio alas a mi rival y sentenció mi partida.
¿Cómo se aprovechó Agatha Christie de mi situación? Primero se hizo pasar por Pamela Lyndon Travers, escudándose en las conflictivas interrogaciones. Su estrategia me confundió inicialmente, pero fue la segunda la que tuvo el mayor efecto. Ocultó su identidad detrás de una leyenda de la literatura gracias a un objeto que le dio la excusa perfecta: Un anillo. ¿Tolkien? No, Shakespeare. Esta subtrama gira entorno a británicos al parecer.
El autor de Hamlet plantó semillas de caos y miedo en muchos jugadores tras un gesto aparentemente caballeresco. De la nada, aparecieron casos de envenenamiento, pero nadie parecía identificar el epicentro del foco. Shakespeare sí lo sabía, pues fue su anillo el origen. Un saludo besándose la mano, nadie interpretó esto como una amenaza, sino como un inocente saludo acorde a su época.
Agatha Christie tiene múltiples marcas icónicas y los venenos son una de ellas. Estricnina, ricina, digitalina, entre otros muchos; era una experta en el campo y rara era la obra suya que no incluyera una muerte por estos. ¿Qué más podía pedir entonces? Yo ya creía conocer la identidad de Shakespeare, pero la combinación de su identidad anterior y el ambiente del juego me hicieron dudar el tiempo suficiente para perder mi posición.
Las filtraciones complicaron demasiado mi juego y me quedé sin grandes bazas para acabar mi lista. No perdí la esperanza, pero necesitaba un lugar donde relajarme, así que fui a un santuario, un entorno neutral y seguro. ¿Seguro? Ya intuyes el final, fue aquí donde recibí mi última lección como Arthur.
Pasamos un rato con gente en el santuario y se acercaron un par de veces compañeros que aprovechaban el descanso entre prácticas. Todo normal… hasta que empecé a notar golpecitos por debajo de la mesa. Había bajado la guardia, me sentía cómodo ahí, y eso fue mi perdición. Se me iluminó la bombilla cuando era demasiado tarde, ¡habían roto el santuario! Las personas de visita ahora entraron corriendo, estaban compinchadas con quien me golpeó. Eso no fue todo, pues estábamos a mediados de semana y recuerda: «Sólo puede quedar uno». La emboscada se convirtió en una masacre, ahí no había compinches. Sólo una persona salió airosa, dejando atrás seis cuerpos inertes.
Arthur C. Doyle no sobrevivió en el País de las Maravillas, pero su alma decidió quedarse. Era un lugar interesante y no todos los días te cruzas con mentes tan brillantes. Su cometido como espectro fue inmortalizar los planes de aquellos que perduraban en esas tierras, quién sabe si una de ellas le inspiró para una aventura de su dúo de detectives.
Vida 3: Ishtar y el ciclo vida-muerte ☯
Tercera vida, al menos tercera que interpreto. Visto una túnica roja y en esta ocasión llevo un pendiente. No me da la sensación de ser la tercera, este cuerpo ha vivido más de tres, cuatro e incluso varias decenas de ellas. Asimismo, haber vivido tantas se debe a que las pasadas acabaron. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo al rememorar incompletos detalles de esos finales. Parece que sufro amnesia, pero siento que algo o alguien me persigue más allá de la muerte. ¿De qué me suena esta espada que tengo en la mano? ¿Por qué parece incompleta? ¿Y quién es esa figura femenina que se aproxima?
Ishtar fue mi tercer personaje de rol en vivo. Ya tenía cierta experiencia con estas partidas y pude aplicar lecciones pasadas: la letra pequeña de los pactos me salvó la vida y de los juegos de Arthur nacieron las gemelas. Las nuevas lecciones tampoco se perdieron esta partida:
- La perspectiva puede definir una escala de grises entre lo bueno y lo malo.
- Un nexo común mueve masas.
- No existe el plan perfecto.
Mi objetivo principal fue el más simple hasta la fecha, limitarme a sobrevivir. Nada que buscar ni decisiones difíciles que tomar —ignorante de mí, no sabía la que se me venía encima—. Ishtar tenía además una peculiaridad, era pseudoinmortal. Hasta ahora ese «pseudo-» sobraba, pero sentía que su verdadero final estaba cerca, como si su supuesto depredador estuviera logrando su cometido.
Desperté desorientada en un jardín con una espada de plantas y flores a mi lado. Esa espada parecía resonar con algo, pero mi cabeza no podía asimilarlo todavía. Apenas pude ubicarme cuando ya tenía encima a una mujer vestida con mis mismos colores y los ojos algo apagados, daba la sensación de faltarle una parte de ella. Indefensión y vulnerabilidad describen cómo me sentía, no dudé ni un segundo en ofrecerle un pacto de no violencia y sinceridad. Ella aceptó y procedimos a intercambiar nombres: Aíma e Ishtar. Su cara quedó desencajada al escuchar mi nombre; yo no era consciente de que ese pacto acababa de salvarme la vida. Aíma era mi depredadora.
Salvada por un milagro. Con mi vida fuera de peligro inminente, tuve tiempo de ubicarme y Aíma rellenó alguna de mis lagunas. Mi rumbo tomó tres caminos:
- Ayudar a Aíma a restaurar su alma. Ya no era una amenaza, es más, ahora su objetivo cambió a protegerme.
- Buscar a mi «padre adoptivo», quien parecía haber perdido el control.
- Buscar aquello con lo que resonaba Jazmín de Invierno, mi espada.
Mi vida pasada como detective dio sus frutos en Ishtar. Jazmín de Invierno parecía buscar a su parte gemela para estar completa de nuevo: «¿Por qué no digo que busco a unas gemelas?» Esta idea protegió mi identidad, mi objetivo y se convirtió en un verdadero acertijo.
Mi memoria se restauraba según aparecían piezas de mi pasado. Mi encuentro con Aíma trajo de vuelta los escalofríos: No fueron decenas, sino más de mil vidas las que me llevaba persiguiendo y mi «padre adoptivo», Sangre o, como lo bauticé yo, Esthar, tenía algo que ver.
Sangre era un dios inocente y feliz que se corrompió con emociones negativas por las acciones humanas y desarrolló una sobreprotección obsesiva hacia mí. Mi posterior reencuentro con él trajo nuevos recuerdos. Parecía que había recuperado la cordura y me entregó a Insecto Devorante, la gemela de Jazmín de Invierno. Sin embargo, cruzarse de nuevo con Aíma desató su locura y se propuso aniquilar todo, un reinicio.
Aíma y Esthar, ambos habían hecho cosas horribles, al igual que ambos habían experimentado sucesos traumáticos que les llevaron a ello. ¿A quién debía escoger? Busqué cualquier opción que me ahorrase decidir, pero no la encontré y mi balanza se decantó por Aíma.
La amenaza de la aniquilación global unió incluso a fuerzas antagónicas, como los dioses Vida y Muerte. Trazamos un plan entre todos para enviar a Sangre a un letargo indefinido y todo apuntaba a que sólo mi espada completa podría contenerlo. Eso significaba que sólo yo podía ser la mano ejecutora, un conflicto moral más que decidir.
Todos contra uno, el plan cubría decenas de opciones. Esthar debía abortar su plan o accedería a una trampa evidente. El dios iba con todo, no había vuelta atrás, y accedió a la trampa al puro estilo cinematográfico. Llevar a la práctica todos los preparativos fue el clímax de la historia: restaurar las últimas almas, distribuir ojos por todos lados y que la mano ejecutora esperase con el resto de líderes en la sala sagrada. La escena final tenía ya una hora y un lugar, sólo faltaba esperar.
Si mis primeros movimientos de la semana fueron ya un milagro, estaba a punto de ocurrir el segundo. La puerta del antiguo santuario se abre y se ve tras ella a Sangre. En menos de un segundo esa sala emanaba sorpresa, miedo y euforia. Aíma y yo nos quedamos mudos, pero nuestra cara hablaba por sí sola, mientras que Sangre parecía saborear su victoria inminente. Ninguno de nuestros vigilantes lo había visto entrar y sin ese aviso estábamos totalmente expuestos.
Los labios de Sangre empezaron a moverse: «Sinfonía Sanguina…». Según pronunciaba la habilidad, surgió de su vientre un haz de luz del que brotaban flores, extendiéndose por su piel a la vez que unas alas membranosas cubiertas de un halo de oscuridad envolvían su cuerpo. La sílaba que detonaría el apocalipsis se vio interrumpida por una espada de doble filo y al otro lado de esa espada estaba mi mano.
Sangre no apareció a la hora esperada y la incomodidad hizo que me acercase a la puerta en el momento justo. ¿Lo que vino después fue un movimiento instintivo o acaso la espada se movió sola? Sangre hizo añicos el plan desde un punto ciego, pero el destino no quiso que evadiera su letargo.
Vida 4: Testu no Tsurugi y la invasión Oni 👹
Llegamos ya al origen de esta entrada. Una historia inspirada en la Leyenda de los Cinco Anillos cuya premisa fue la batalla entre samuráis y oni: El ciclo vida-muerte mantenía el equilibrio de la naturaleza, pero los humanos decidieron aferrarse a la vida con uñas y dientes. El equilibrio debía restaurarse y una horda de demonios surgió con ese propósito.
Los sucesos siguientes tuvieron lugar en el último bastión humano, Rokugan ¿Defenderían los samuráis el Imperio o arrasarían los demonios con todo? De nosotros dependía ¿Quién crees que ganó?
Las lecciones en esta partida vinieron por las malas. Las más valiosas, sí, pero me tocó tragarme todo el ego y orgullo:
- Los momentos de mayor presión sacan nuestra verdadera naturaleza.
- Trabaja en equipo y no abarques más de lo que puedes asumir.
- Sal de tu cabeza. Sólo puedes persuadir dentro de la cabeza de los demás.
- «La mayor victoria es vencer sin combatir» – Sun Tzu.
Mi rol en esta partida fue el de un samurái del Imperio. El clan cangrejo era famoso por su férrea defensa y serían entonces un pilar fundamental frente a los oni. Este clan era responsable además del templo de fuego, uno de los tres templos elementales. Reunir las llaves de los templos y activarlos aseguraba la victoria imperial. Mis objetivos fueron claros: encontrar la catana anti-oni, defender el Imperio y activar el templo.
Los pactos fueron diferentes en esta partida, se basaban en honor. Un samurái sin honor no merece vivir, por lo que romperlo te acercaba a que pusieran tu cabeza en buscar y captura. «Ey, espera, ¿pero no había demonios? Yo me reiría del honor si fuera un oni». Efectivamente, los oni carecían de honor, por lo que rompían pactos antes de aceptarlos siquiera. Pensé irónicamente en esta opción desde el inicio, pero fui un insensato e ignoré a mi lógica. Así, no pasó ni un día y los oni ya me tenían en jaque.
El jaque mate llegó al día siguiente, pese a no percatarme de ello hasta pasados dos días. Caí de lleno en el juego del líder oni; empezamos por contactar y luego elaboramos estrategias para evitar la invasión. Él se hizo pasar por un veterano de guerra de hace un milenio… no sé a ti, pero de nuevo mi intuición olía algo raro. Sin embargo, jugó tan bien que repetí mi error de ignorar a mi Pepito grillo.
El plan consistía en crear una Red de información para detectar a los traidores, es decir, Oni camuflados y sus secuaces. La Red fue mi principal arma en esta aventura y si bien me salvó la vida, el líder oni le pulió un segundo filo que sentenció al Imperio. ¿Qué consecuencias tuvo la Red? Procedo con las cuatro principales:
- Mi lista de contactos creció como la espuma y me permitió sobrevivir a una emboscada que me dejó a un hilo de vida. También ayudó a otros imperiales a cubrirse las espaldas.
- Yo era el nodo principal de la Red, por lo que podía ocultar información delicada. Problema: en este juego la información crece de forma exponencial, es imposible abarcar todo solo. Además, tuve la mala suerte de encargarle a mi enemigo el nodo que más le favorecía, con el que saltó mi control.
- La Red se basó en el sistema de pactos para proteger la información. Problema: Supuso un bloqueo de información para los imperiales, pero una libertad absoluta para los oni. Romper la Red permitió reunir a los oni antes de tiempo.
- La lista de contactos también permitió reunir a las fuerzas imperiales, pero costó más tiempo. Con los oni dispersos, la unión imperial nos daba ventaja. Con los oni reunidos, cada soldado imperial adicional potenciaba el poder destructivo oni.
La situación del Imperio precisaba de un milagro, aunque como jugadores no fuéramos conscientes de ello. La realidad decidió poner más piedras en el camino: La gente tenía tanto miedo de filtrar información suya que permanecía en silencio. El colectivo mayoritario fue el más perjudicado por el bloqueo informativo, es decir, el Imperio. Se comprometió incluso la estabilidad del Palacio Imperial y todo acabó por desmoronarse.
En resumen, el líder oni ganó la batalla antes de empezarla. Quise abarcar solo más de lo que podía y acabé siendo una marioneta que expuso decenas de puntos ciegos. Ni espadas ni magia, las palabras fueron el arma capaz de acabar con un Imperio.
Vida 5: Genio y sus mil caras 🧞♂️
Érase una vez una historia donde el universo Disney muestra su lado más siniestro sin tapujos. Esta sería mi última partida como jugador y mi propósito con esta premisa fue pasarlo bien y ver el mundo arder. No fui el único veterano en pensar esto, sin duda prometía una despedida formidable.
¿Qué saqué de esta última partida?
- Ser creativo hace todo mucho más divertido.
- No hay nada más peligroso que alguien que no tiene nada que perder.
- Hay que tener contactos hasta en el infierno.
- Cuidado con las puertas entreabiertas, la broma del cubo de agua sigue funcionando.
Desperté en el fondo del mar y una sirena pelirroja sostenía mi lámpara, Ariel fue mi primera ama tras tantos milenos de letargo. Como buen genio, debía servir a mi ama, pero este genio quería ser libre, incluso si eso suponía hacer sacrificios.
La partida recuperó el espíritu de estas sesiones. Ni un día tuvimos que esperar para encontrar las primeras bajas, el mercado de información estaba en su época dorada y los envenenamientos volvieron a causar estragos —¿quién mordió la manzana?—. Ariel fue una de las primeras víctimas y eso supuso un giro dramático de mi situación. El poco agua que me quedaba se evaporó al instante en cuanto desperté, era un lugar muy cálido. Sonreí de oreja a oreja cuando alcé la cabeza, pues tenía ante mí al mismísimo Dios del Inframundo. Había conseguido contactos hasta en el infierno, ¿quién mejor para dejarme ver el mundo arder?
El juego de las identidades es ya un clásico para mí y yo era un genio, es irresistible hacer de Akinator, ¿no? Yo ofrecía el clásico de tres preguntas por otras tres y el salto de fe, pero esta edición añadió un regalo especial: Tres días, tres acertijos, tres intentos para conocer gratis mi identidad:
- La denominación que recibo se asemeja al nombre de una IA.
- Hace años, Agar.io era un juego muy popular. Me gustan mucho los juegos de esta saga, pero la Microbiología no es mi ciencia favorita.
- Nunca tendrás un amigo como yo.
Todos los acertijos llevaban a la palabra genio de una forma u otra, bien de forma rebuscada o con una referencia a la película Aladdin.
El juego de los acertijos fue todo un éxito, tenía la atención de la gente. El día anterior a resolverlos llegué a las manos de Hades y le propuse un final por todo lo alto que sacó la más macabra de sus sonrisas. Mi identidad se haría pública en un espectáculo presencial lleno de confeti y, por tanto, caos.
La trampa era muy obvia, tanto que unos no se atrevieron a venir y otros se escudaron en esa obviedad para sentirse seguros. Mi personaje era muy débil en solitario, pero la información me hacía una bestia, en este caso, me transformó en el propio Hades para dar el broche final al espectáculo. Traje los mismos infiernos a la superficie y así fue. No tenía expectativas de salir vivo, pero no sólo lo conseguí, sino que me llevé por delante a tres jugadores.
Veníamos de una partida donde hubo una parálisis total por miedo y desconfianza. Se notó que todos evolucionamos y queríamos arriesgar un poco más, era un juego al fin y al cabo. Vaya si se noto, a lo largo de la semana hubo múltiples eventos que suponían riesgo real, como el mío, pero la gente asistió. Hubo bajas, sí, pero la gente venció su miedo y jugó: Planear incursiones, lograr emboscar a quienes te iban a emboscar, crear alianzas para cumplir mutuamente objetivos, cubrirse las espaldas entre camaradas… Las verdaderas genialidades salen cuando damos ese paso más allá de nuestros miedos y añadimos el factor diversión. Piensa en esto cada vez que las dudas te paralicen.
Cada una de estas vidas que no duraron ni seis días me enseñaron astucia, gestión del estrés, interpretación, liderazgo, trabajo en equipo y un largo etcétera. En cualquier caso, lo más valioso que me han dado es humildad.
Suena irónico. Al inicio dije que las máscaras esconden nuestro verdadero yo, pero fue al ponerme esas cinco máscaras cuando lo encontré. Ni seis días para hacer añicos aquellas que me ocultaron durante más de veinte años.
Ya ves que el rol es más que un juego. Divierte, entretiene, educa y puede incluso generar las amistades más fuertes de tu vida. Yo he aportado mi granito de arena con esta entrada y esta otra de aquí, te propongo que tú también lo hagas adentrándote en este territorio o difundiéndolo si ya estás dentro.
Marcas temporales audio y…
- (00:00) Entradilla
- (01:17) Resumen resumido
- (02:53) Receta del caos – Introducción
- (02:53) Receta del caos – ¿Rol en vivo o la vida en rol?
- (06:51) Receta del caos – Los juegos de la información
- (07:34) Receta del caos – Posiciónate
- (09:57) Receta del caos – Espejito, espejito
- (10:57) De cangrejo a genio, pasando por una pseudoinmortal
- (12:25) Vida 1 – Liam Mayer y el poema de amor exquisito
- (16:12) Vida 2 – Arthur Conan Doyle vs Agatha Christie
- (23:13) Vida 3 – Ishtar y el ciclo vida-muerte
- (31:04) Vida 4 – Tetsu no Tsurugi y la invasión oni
- (36:42) Vida 5 – Genio y sus mil caras
- (41:24) Cierre
Audio también disponible en Spotify
Canciones y efectos de sonido usados en el audio
Canciones libres de derechos usadas:
- Ambient F Swirl Noise – Frank Nora
- Ambient G Glowing – Frank Nora
- Ancient Trials – Mark Hutson
- Bad Space – Kevin MacLeod
- Cold Silence (Royalty-Free Ambient Instrumental Music)
- Floating Cities – Kevin MacLeod
- Midnight in the chapel – Geoff Harvey
- Mystery in Shadows – Generada con Udio
- Never again – Guilherme Bernades
- Sakura dance background music, traditional Japanese – Anónimo (Pixabay)
- Shattered Glass – Cjbeards
- Spirits of the moor – Geoff Harvey
- Spring of mind – Chillmore
- Temporal Echoes ext v1.1 – Ryan (Generada con Udio)
- The Enigmatic Mind – Generada con Udio
- The Hidden Encounter – Generada con Udio
Efectos de sonido libres de derechos usados:
- Timer with Chime – Joedozer
- Gong – Airtaxi
- Possessed laugh – AgentA1cr
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