En la parte anterior introduje la técnica pomodoro y propuse un pequeño “reto” para conocer de primera mano el método. En esta segunda parte voy a comentar diferentes perspectivas que se pueden tener para utilizar esta técnica, seguidas de una breve mención a algunas apps que pueden aprovechar este sistema y, para acabar, el uso que le doy yo en mi día a día.
Dentro de las sesiones pomodoro aparecen dos grupos, las rígidas y las flexibles, cada una con sus ventajas e inconvenientes. Antes de entrar en materia quiero indicar algo que, pese a sonar obvio, es un gran punto de referencia para repartir bien tus sesiones de estudio: no todas las tareas requieren la misma concentración, aquellas que sean más difíciles seguramente necesiten pomodoros más cortas, mientras que otras más sencillas o de trabajo mecánico ―casi automatizado― se puedan hacer de una sentada sin problema alguno. Ya con esto en mente, vamos a empezar.
PERSONALIZA TUS SESIONES
Según vayas progresando con tu capacidad de concentración podrás ir “desbloqueando” pomodoros más largas en tu abanico de posibilidades, pero no superes la barrera de una hora sin descanso, si no tu cerebro caerá en la tentación de romper el pacto. De todos modos, si un intervalo te funciona, aunque sea más corto de lo esperado, no merece la pena cambiarlo.
Esta forma de utilizar las pomodoros se combina perfectamente con la indicación que acabo de dar antes de empezar. Ya estimamos cuánto solemos invertir de tiempo y esfuerzo cuando llevamos muchas sesiones de estudio de una asignatura; aquí es cuando nuestro pomodoro entra en acción. En mi caso, de media cada clase de teoría me cuesta una hora de trabajo en casa, pero en “Reproducción y obstetricia” me suele costar hora y media y “Farmacología y farmacoterapia” menos de una hora. Conociendo esto, yo ya sé que distribución de las pomodoros puedo seguir y si necesito hacer uno o dos descansos.
POMODORO FLEXIBLE
Aunque se busque tener una rutina y mantener una regularidad en nuestro estudio, no todas las personas se pueden ceñir a la misma estructura clásica, incluso la misma persona según cómo se encuentre mentalmente cada día. Hay gente capaz de mantener un formato muy estricto de sesión-descanso, otros necesitan un formato más flexible. Para este segundo grupo existe esta pomodoro, donde no fijas pausas, sino que las vas tomando según las necesites. Puede ser muy eficiente si se sabe gestionar, eso sí, es mucho más arriesgada y es más fácil perder el equilibrio entre modo concentrado y difuso.
SESIONES POMODORO CON CLIFFHANGER
Esto que voy a decir puede sonar como un sacrilegio, pero tiene su lógica. Si has optado sesiones rígidas, corta en el de descanso sin importar lo que quede. El objetivo de esto es aprovechar más tus sesiones pomodoro a largo plazo, ya que, al sacrificar esos momentos de concentración absoluta, valorarás más el tiempo disponible en la pomodoro.
Estar familiarizado con la técnica es un imprescindible aquí. El motivo es simple, es muy difícil. De lo contrario, seguramente abandonarías la técnica o le darías un uso inadecuado, “tóxico” incluso.
“¿Por qué valoraré más el tiempo?” No sólo evitaras perder la oportunidad de seguir concentrado, sino recibirás un cliffhanger tremendo al dejar la tarea a medias. Este efecto nos genera plazos artificiales para acabar nuestra tarea en hora ―bruscos, pero los genera―; mágicamente somos capaces de rendir al máximo cuando tenemos las “deadlines” inminentes. Tim Urban dio una TED Talk imprescindible sobre estos plazos, te reirás demasiado y le sacarás partido.
DESCANSOS ESTRATÉGICOS
En la primera parte de esta técnica ya comenté algunas ventajas de los descansos, como permitir alternar entre modo concentrado y difuso o mantener más estables los niveles de concentración a lo largo del tiempo. Ahora, añadiré otros dos beneficios adicionales sobre el descanso ―sin duda el descanso es genial, ¿verdad?―.
El primero sería el principio de interferencia mínima, donde se puede interpretar que nuestro cerebro recuerda mejor las cosas que puede reposar y no sabría explicarlo mejor que con el ejemplo que puso Javier Muñiz en el podcast de escuela de la memoria: La memoria es como un pequeño estanque, si remueves el agua se vuelve turbio, pero si la dejas reposar se aclara al asentarse esas partículas ―la información tiene que asentarse, es como esas partículas―. Por eso, cuando se hace un descanso, este tiene que ser de verdad, hacer algo ajeno al temario (comer algo, agua, ejercicio, música…) o incluso divertido, no un medio descanso donde pienses en el temario o empieces tareas que te puedes dejar a medias.
El segundo beneficio es que los descansos pueden ser tus ejes estratégicos para que tus sesiones de estudio rindan más. Me explico, el punto intermedio de cada sesión siempre será el más flojo. Si hacemos sesiones de estudio cortas alternadas con descansos, seremos capaces de reducir el tiempo invertido en esos espacios intermedios. Un ejemplo para entenderlo mejor: De una hora seguida tengo quince minutos flojos, pero de media hora sólo cinco.
APPS
Aquí tienes algunas aplicaciones, extensiones, etc. que puedan ser la herramienta de tus sesiones pomodoro:
Focus to-do: Es la que utilizo actualmente. Aquí creo mis tareas diarias, incluso semanales o sin plazo, y les asigno a cada una un número de pomodoros para estimar su duración. El sistema to-do list + pomodoro que ofrece me gusta mucho. Como uso aparte, si te agrupas las tareas en bloques, también te registra el total de horas que has invertido, por lo que puede ser útil para preparar el calendario de exámenes o las horas que te ha supuesto una asignatura.
Habitica Pomodoro SiteKeeper es una extensión que conecta tu cuenta de Habitica con un temporizador pomodoro y permite bloquear páginas web ―más detalles en este vídeo de Thomas Frank―.
Forest: Esta app, pese a no estar pensada como un temporizador pomodoro, puede usarse como uno. El verdadero uso de esta app es evitar distracciones, ya que, cada vez que inicias el temporizador, empieza a crecer un árbol: Si acaba el tiempo, habrá crecido entero ―a mayor tiempo, más crece―, pero si lo detienes, se marchitará, quedando reflejado en tu historial.
Aparte de estas tres, hay muchas otras aplicaciones, o incluso sitios web, con esta función aplicada de diferentes formas. El propio ordenador o teléfono móvil pueden servir también. Establece el tiempo que más se ajuste a la situación, incluso prediseñando temporizadores para ahorrar los preparativos.
Por último, un temporizador físico también es totalmente útil y si tiene forma de tomate, llegas a otro nivel.
¿CÓMO LO APLICO YO?
Yo comencé con el temporizador de mi ordenador y actualmente utilizo Focus to-do:
Me creaba temporizadores personalizados para seleccionar uno según la tarea que fuera a realizar ―lo mencionado arriba de la dificultad―.
- Temporizadores de trabajo (30′, 45′ y 1h).
- Descanso corto (5’), —-incluyendo cambio de tarea (6,5′)—.
- Descanso largo (15′).
Mi decisión de cambiar a focus to-do se debió, en parte, a que estuve unas semanas en las que no seguía del todo bien las sesiones, es decir, tenía bastante caos entre los descansos y las sesiones. Pasé a focus to-do para intentar automatizar la aparición de descansos, así me obligaría a hacerlos y aprovechar mis sesiones.
Actualmente, utilizo un sistema de sesiones tanto rígido como flexible según la tarea que esté haciendo. A pesar de adaptar el sistema a cada momento, intento que predomine el sistema rígido para no descuidar mi salud. Reconozco que no hago sesiones pomodoro perfectas de forma consistente, pero estoy más que orgulloso de mi progreso y de la cantidad de horas que he aprovechado comparado con años pasados.
Como se puede comprobar, mi método ha evolucionado progresivamente, hay que tener paciencia. Esta es una de las técnicas más importantes que existe y marcará un antes y un después en las sesiones de estudio, por lo que es muy importante aprender a aplicarla según tus necesidades. Dicho esto, vuelvo a mi sesión de estudio, que ya sonó mi alarma del pomodoro.
Fuentes recomendadas
Libros:
Cal Newport (2007). How To Become a Straight-A Student: The Unconventional Strategies Real College Students Use to Score High While Studying Less. Pp. 13-18. Three Rivers Press
Vídeos:
Ari Horesh. Why the Pomodoro Method Doesn’t Work for 90% of People (New Study Technique)
Marty Lobdell. Study Less Study Smart
Thomas Frank. The 10 Best Chrome Extensions for Productivity
Tim Urban. Inside the mind of a master procrastinator | Tim Urban
Podcasts:
Escuela de la Memoria. #137. Principio de Interferencia Mínima. Podcast #137
Escuela de la Memoria. Efecto Zeigarnik y Pomodoro. Podcast #156.
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